REGLA "PRIMITIVA"
DE LA ORDEN DE LA BIENAVENTURADA VIRGEN
MARÍA DEL MONTE CARMELO,
DADA POR SAN ALBERTO, PATRIARCA DE JERUSALEN,
Y CONFIRMADA POR INOCENCIO IV
1. Alberto, llamado a ser Patriarca de la Iglesia de Jerusalén por la gracia de Dios, a los amados hijos en Cristo Brocardo y demás ermitaños, que viven bajo su obediencia junto a la fuente de Elías, en el Monte Carmelo, salud en el Señor y bendición del Espíritu Santo.
2. En distintas ocasiones y de muchas maneras (cf Hb 1,1) los santos Padres dejaron establecido el modo cómo cada uno (sea cual fuere su estado o el género de vida religiosa que abrazó) ha de vivir "en obsequio" de Jesucristo (cf 2Co 10,5), sirviéndole lealmente con corazón puro y buena conciencia (cf 1Tm 1,5). Pero, como nos pedís que os demos una fórmula de vida adecuada a vuestro proyecto común, para guardarla obligatoriamente en lo sucesivo:
LITURGIA
DE LAS HORAS
9. Los que
saben rezar las horas canónicas con los clérigos, las recitarán conforme a las
disposiciones de los santos Padres y a la costumbre legítima de la Iglesia. Los
que no sepan, dirán veinticinco padrenuestros por maitines, excepto los
domingos y solemnidades, en cuyo oficio de vigilia mandamos duplicar ese
número, de manera que se repita la oración dominical cincuenta veces. Se dirán
siete padrenuestros en las laudes de la mañana, así como en las restantes
horas, menos vísperas, en que deben rezarse quince.
No hay comentarios:
Publicar un comentario