Reflexión
Dios en su gran bondad y sabiduría envió a su hijo al mundo para salvarnos.
Hemos sido hechos hijos suyos, hermanos de Jesús. Este acontecimiento se ha llevado a cabo con la colaboración de la Virgen María, que así se ha convertido en madre nuestra e imagen de la Iglesia.
Por eso todos los fieles unidos a Cristo, en comunión con los santos, veneramos la memoria de la gloriosa siempre Virgen María, madre de Jesucristo nuestro Dios y señor (LG 52).
Ofrecimiento
* Como María quiero disponer mi persona para colaborar activamente en el proyecto de salvación*.
En este primer día de la novena comunicaré, de palabra o de obra, un mensaje de salvación (salud) a quien lo necesite
Padre Nuestro… Ave María… Gloria
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