REFLEXIÓN
María es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo, que se llamará Emmanuel. Ella sobresale entre los humildes y pobres del Señor, que confiadamente esperan y reciben de El la salvación. Finalmente, con ella misma, tras la prolongada espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y se instaura la nueva economía, al tomar de ella la naturaleza humana el Hijo de Dios, a fin de librar al hombre del pecado mediante los misterios de su humanidad. (LG 55)
OFRECIMIENTO
Como María quiero esperar en las promesas del Señor. Promesas de vida, liberación y plenitud.
+ En este segundo día de la novena alimento mi esperanza haciendo memoria de la promesa del Señor. Y comparto esta esperanza con quienes la necesitan en este momento.
Padre Nuestro… Ave María… Gloria
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